A las 4 de la mañana empezaron los franceses a tirar granadas reales y algunas bombas desde las baterías de Torrero y la Bernardona que causaron algún daño en las casas, pero ninguna desgracia personal, el que duró hasta las 7 habiendo tirado mas de 50. Bajando al mismo tiempo en bastante número de Torrero hacia el convento de San José, cuyo punto, aunque lo defendieron los nuestros muy bien desde el molino de aceite, no se pudo evitar el que se introdujeran dentro de sus ruinas, desde las cuales estuvieron todo el día haciendo fuego tan vivo que no dejaban tirar a nuestros artilleros, hiriendo a uno de ellos y causando mucho daño, como igualmente en los campos del término de las Fuentes, trillando las mieses en la era del Rey y siendo dueños de todas las huertas y torres de aquel término.
También nos incomodaron por el lado del Ebro, haciendo mucho perjuicio a los labradores en las hortalizas, quemando los trigos y cometiendo muchas extorsiones contra ellos. Este día fue tan grande la escasez de carne y de pan, que se quedó mucha gente sin comer uno ni otro, y tal la gritería que era un clamor, pues la carne a las 8 de la mañana ya no se vendía, y el pan a lanzadas, pues en cada sitio donde se daba lo custodiaban unos hombres con sus lanzas, y aún así costaba mucho trabajo el llegar a la reja por donde se suministraba.
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