Muy por la mañana acudió la tropa y gran número de paisanos al puente de Piedra, y a cosa de las 10 avisó el mariscal de campo barón de Warsage podían retirarse por haber pasado al otro lado del Ebro los enemigos; pero habiendo intentado acometer hacia la Universidad, se les mandó pasar allá, pero luego que los vieron se retiraron precipitadamente. En el Coso hubo fuego todo el día logrando apoderarse del convento de San Francisco desde cuya torre estuvieron continuamente tirando. En el Jesús colocaron una batería de 6 cañones de batir contra el palacio de S.E. y en el Arrabal hubo una guerrilla en la que nos mataron al capitán D. Mariano Lucas Aced, labrador de la compañía del famoso Tío Jorge Ibor, que desde el primer día de la revolución había sido de los más briosos y que era de toda la confianza del general, cuya pérdida le fue muy sensible. Este día llegaron las cosas a tal extremo y apuro que no se hallaba para comer ni para sanos y enfermos, y el pan tan escaso que fue preciso poner guardia en los hornos para no dar sino un sueldo a cada uno, y comiendo el soldado galleta; habiéndose aumentado tanto el número de enfermos y muertos, que pasaban de 300 al día sin poder administrárseles el santo viático por el riesgo de las bombas, siendo igualmente escasísimo el número de médicos, aunque las enfermedades no eran epidémicas, pues la mayor parte morían de poquedad de ánimo, porquería y miseria. En la Santa Capilla siguieron las preces, y a devoción de algunos particulares se limpió de las enronas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario