Estuvo el fuego enemigo más quieto por los puntos de la Magdalena, por haber amanecido ardiendo la casa de Suelves por disposición de S.E. el que también salió a dar ánimo y sus disposiciones a los paisanos, exhortándolos a la pelea. Hoy tiraron muchas granadas y bombas, cayendo algunas en el templo del Pilar pero sin hacer daño personal, cuya Santa Capilla estaba iluminada e inundada de gente todo el día y noche; también cayeron otras en el Hospital de Misericordia y convento de San Ildefonso de donde fue preciso trasladar a los Voluntarios de Aragón que estaban allí enfermos de los claustros altos a la iglesia, advirtiéndose que así este, como en todos los conventos de la ciudad estaban inundados de enfermos pues enfermó toda o la mayor parte de la tropa, que seguramente fue una de las mayores fatalidades que sobrevinieron, por cuya razón casi todo el trabajo recayó en los paisanos, que tuvieron que cubrir todos los puntos, y hacer una segunda línea de defensa por el Coso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario