"Este día estuvo iluminada la Santa Capilla a devoción de los zaragozanos por la felicidad de nuestras armas y elección de nuestro general. Siguieron aumentándose los patricios y no quedó ni uno que no pusiese escarapela. Por la mañana salió S.E. a caballo acompañado de su compañía del Arrabal a visitar a Nuestra Señora del Pilar, subiendo a besar su mano, y de allí al Castillo donde fue reconocido por jefe de las tropas de paisanos, los que ofrecieron sus vidas a que S.E. satisfizo con lo mismo. Este mismo día se presentó en el Castillo el secretario de la Capitanía General D. Francisco Baca a quien detuvieron como a sospechoso del general Guillelmi. A la vuelta fue S.E. vitoreado del pueblo con los mismos aplausos".
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