Viajes por Galicia I

Hola

Por fin de vuelta. Cinco días fuera montando equipos industriales. Esta vez ha sido en Galicia y habrá que volver, el cliente no ha hecho los deberes -debía tener listas las tomas de corriente y de aire-. En cualquier caso siempre es un placer viajar por esta Comunidad.

Viajando por la A6 · N-VI dirección La Coruña, se atraviesa el valle o la comarca de el Bierzo, es en este tramo donde comienzo a disfrutar del viaje -para gustos están los colores, dicen...- . Ponferrada, Becerreá, Lugo, Guitiriz, Coirós y tras el largo viaje llego -tras 800 km- en la Ria de Betanzos a Ares donde nos alojamos- y un poco mas allá, muy poco, en la Ria de Ferrol, Mugardos donde se encuentra el cliente.

El verdor y la frescura de estos paisajes son verdaderamente impactantes para este humano nacido y criado en terreno árido. La gente es amable y la comida..., la comida es un tema aparte.

Tengo la neura de que cuando me sirven el plato del día en el hotel en Ares o el restaurante del puerto en Mugardos, donde solemos comer, quedan observando la cara que se te pone al ver la comanda. Me explico, en prácticamente toda España te sirven a la mesa el plato pedido o en el caso de sopas, legumbres o similares, el camarero te sirve directamente del puchero al plato...

En Galicia no, -por lo menos en los lugares donde pastamos y nos alojamos mis compañeros y yo- en estos lugares lo común es llevar el perol o la bandeja de carne o pescado a la mesa y dejar que tú te sirvas, hasta aquí bien, pero cuando ves la cantidad presentada -de lo que sea- es cuando te quedas pasmao.

>Nito-pensando-"Jodo que perol de caldo..., bueno me echo un poco, lo normal y ya".
>Nito-pensando-"Hosti tú que bueno, un poco mas...", y dejas el puchero temblando.
>Camarero-mira el puchero, me mira a mi, y dice con ese vozarrón que Dios otorgó a los camareros- se dejó un poooco no le gustóooo?.
>Nito-Si si, si está muy bueno pero...
>Camarero- sirviéndote el resto...-Ah bueeeno ya le traigo el segundo plaaato.

Y un minuto después lo ves regresar con una bandeja de lo que sea y miras a tu alrededor y cuando ves que en la mesa de al lado hay cuatro comensales, piensas -ingenuo- que la comanda es para ellos...