En comparación con el resto de la península, la hostelería mantiene la relación calidad precio en unos niveles aceptables, siendo la calidad suprior a la media y el precio inferior. -En cualquier caso es mi opinión, desde mi punto subjetivo de vista-. Habitualmente comemos en restaurantes de polígono o de carretera, menús mas o menos caseros, en cuanto al alojamiento suelen ser hoteles de dos o tres estrellas, -esto de las estrellas queda para otro post-.
He visitado Galicia en muchas ocasiones, -casi siempre por trabajo-, y en diferentes estaciones del año y siempre ha sido un placer disfrutar del clima, -en los poquísimos momentos en que puedes sustraerte del trabajo-, del paisaje y de los elementos que componen el entorno cotidiano de sus habitantes y que por su cotidianidad dejan a ellos indiferentes y a mí extasiado.
Esta semana ha sido especialmente lluviosa, -desde mi perspectiva de paleto de secano- la he disfrutado a conciencia. No me siento capaz de transmitir lo que piensas o sientes cuando te adentras, aunque sólo sea unos cientos de metros, por uno cualquiera de sus senderos, rodeado de eucaliptos, humedad, barro... a cambio de chaparras, secarrales y polvo.
Resumiendo, si estás tratando de seguir algún tipo de dieta o pretendes tostarte en la playa como lo harías en la costa mediterránea, no optes por veranear en Galicia. Para todo lo demás os aseguro que es una de las mejores opciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario